Es bien sabido por todos que la madurez no es cuestión de edad sino de mentalidad.
Muchas veces como mujeres nos preguntamos por qué no podemos encontrar un hombre de verdad. Siempre estamos culpando al otro, con frases trilladas como “todos los hombres son iguales”. Creemos que todo está bien con nosotras, que es él quien no nos valora. Jamás nos ponemos a analizar que ofrecemos nosotras como mujeres. Y aunque si creo que hay una crisis de hombres de verdad, creo que también la hay de mujeres verdaderas.
Hoy en día las mujeres ya no queremos hacer nada. Por un lado, no queremos trabajar y buscamos un hombre que nos mantenga; pero, tampoco queremos ser amas de casa, ni ser la mujercita abnegada de nuestro marido. ¿Entonces qué ofrecemos? ¿Qué estamos dispuestas a dar en una relación de pareja?
Hoy quiero reflexionar sobre lo que estamos haciendo (bien o mal) para conseguir un hombre de verdad y construir una pareja.
He aquí algunas diferencias entre niñitas que solo expresan “dame dame” y mujeres que saben ser pareja, “mujeres de verdad”:
- Una mujer inmadura trata de controlar a su pareja. Las mujeres maduras saben que su pareja no les pertenece y no buscan controlarlo.
- Una mujer inmadura tiene miedo a la soledad y quiere a su pareja a todas horas. Una mujer madura sabe lo sano que es para cada persona y para la pareja que tengan sus espacios como seres individuales.
- La mujer inmadura pelea por un hombre. La mujer madura ama en libertad y comprende que si están juntos es porque así lo han querido y decidido ambos.
- La mujer inmadura usa la frase “todos los hombres son iguales” y busca venganza en cada hombre que conoce. Su máxima es: “no busco quien me la hizo sino quien me la pague”. La mujer madura en cambio, tiene consciente que a veces las relaciones no funcionan y lo toman como una experiencia más y una oportunidad de crecimiento.
- Una mujer inmadura busca quien satisfaga sus necesidades emocionales y llene sus vacíos. La mujer madura no necesita de esto, ella esta hecha emocionalmente, tenga un hombre en su vida o no.
- Una mujer inmadura resta. Una mujer madura agrega.
- La mujer inmadura al terminar una relación toma la actitud de mujer “cabrona” y sin sentimientos. Una mujer madura sabe reconocer sus sentimientos y no toma falsas posturas.
- La mujer inmadura obliga a su hombre a regresar a casa con reclamos y utilizando la culpa. Una mujer madura hace que su hombre desee volver a casa.
- Una mujer inmadura esta siempre disponible, no tiene vida propia, sueños ni metas. Una mujer madura tiene su propia vida y la hace con él, sin él o a pesar de él.
- Una mujer inmadura se queda anclada en el dolor y el despecho. Una mujer madura toma las experiencias y continúa su vida.
Cuando nos mantenemos atados a patrones se asume una actitud infantil, el ser maduro emocionalmente implica independencia emocional. La madurez emocional se logra viviendo y aprendiendo de las experiencias.
Las relaciones de pareja no son cosa fácil, creemos que se dan por arte de magia y que con el simple hecho de estar enamorados ya la hicimos. Hay que saber construir la pareja, tal vez sea tiempo de reflexionar un poco, dar un paso atrás antes de quejarnos y preguntarnos: ¿Qué ofrezco yo como mujer y como pareja? ¿Cómo construyo la pareja?
¡Un hombre de verdad necesita por fuerza una mujer de verdad!
El amor inmaduro dice “Te amo porque te necesito”, el amor maduro dice “Te necesito porque te amo”.
Nota: Este artículo es muy recomendable tanto para mujeres como para hombres que se dicen ser de verdad
Uso el sarcasmo porque escupir en la cara o patear en los webos esta mal visto! Pocas veces angel, muchas veces demonio, PERO SIEMPRE YO! - La Diabla
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