Tuesday, September 10, 2013

20 Claves para Detectar a un Psicópata


Los psicópatas se han convertido en personajes populares dentro del imaginario colectivo gracias a decenas de películas, la mayoría de ella hollywoodenses, que han utilizado sus perfiles para crear personajes malignos (baste recordar al genial Dr. Hannibal Lecter). Sin embargo las personas con este tipo de desórdenes realmente existen más allá de los estereotipos fomentados por el cine pop y sí, son personas naturalmente despiadadas y generalmente denotan mentes cuya inteligencia rebasa por mucho el estándar social.



Fue el psiquiatra Philippe Pinel quien en el siglo XIX sugirió que existía un cierto tipo de locura que no involucraba manías, depresión o psicosis y que llamó “manie sans délire” (demencia sin delirios). Al respecto escribió que los pacientes que padecían este desorden parecían “normales” a nivel superficial, pero que no eran capaces de controlar sus impulsos o manifestaban una cierta tendencia hacia la violencia.  Pero no fue sino hasta 1891 cuando el doctor alemán J. L. A. Koch publicó su libro Die Psychopathischen Minderwertigkeiten, en el cual utilizaba, por primera vez, el término psicópata para etiquetar a las personas que padecían el mal detectado por Pinel.

Desde un principio se calculó que este desorden solo afectaba al 1% de las personas, pero, en contraste, el caos que ese 1% causaba era tan notorio que podía deteriorar profundamente o rediseñar a un grupo social. Y entonces surgió la pregunta: ¿Cómo podremos curar a los psicópatas? En la década de los sesentas un joven psiquiatra canadiense, Elliot Barker, creyó tener la respuesta. De acuerdo con su teoría, el hecho de que los psicópatas parecieran personas comunes sugería que eran capaces de enterrar su locura en algún lugar profundo de su mente. Siguiendo su hipótesis, Barker se propuso encontrar una manera de hacer emerger este desorden: su estrategia fue reunir a un grupo de psicópatas en una clínica, agruparlos desnudos en una habitación completamente pintada de verde brillante (llamada la “total encounter capsule”) y dosificarlos con una buena dosis de ácido lisérgico.

Christian Bale, en la película American Psycho

Esta fue la primera psicoterapia grupal, nudista y acompañada de LSD  para psicópatas criminales.  Durante la terapia, que se extendió por once días, los pacientes no tenían acceso a ninguna distracción: ropa, relojes, música, calendarios, ningún objeto. Estaban casi permanentemente expuestos (100 hrs semanales) a una desenfrenada discusión sobre sus emociones. Años después se comprobaría que los psicópatas tratados por Barker habían tenido mayores niveles de reincidencia criminal que aquellos tratados con los recursos tradicionales de la época.

Posteriormente, en 1975 y como resultado de una conferencia que reunió a psiquiatras especialistas en este desorden para analizar posibles patrones conductuales y de personalidad que pudiesen agrupar a los psicópatas en torno a características compartidas, se desarrolló la lista conocida como la “Robert Hare Checklist” que engloba 20 rasgos distintivos de la personalidad psicópata:

Item1 Superficialmente encantador
Item 2 Notable sentimiento de autoestima (soberbia)
Item 3 Necesidad de estimulación / tendencia al aburrimiento
Item 4 Patológicamente mentirosos
Item 5 Manipuladores
Item 6 Carecen de sentido de la culpa
Item 7 Superficiales
Item 8 Indiferentes / carecen de sentimiento de empatía
Item 9 Estilo de vida parasitario
Item 10 Falta de control conductual
Item 11 Conducta sexual promiscua
Item 12 Problemas de conducta desde la niñez
Item 13 Falta de metas realmente posibles a largo plazo
Item 14 Impulsivos
Item 15 Irresponsables
Item 16 Incapacidad para asumir responsabilidad sobre sus actos
Item 17 Múltiples relaciones maritales efímeras
Item 18 Actitudes delincuenciales en la juventud
Item 20 Versatilidad criminal


Monday, September 2, 2013

La Soledad del Mujeriego


Existen muchas creencias respecto a los hombres que son considerados seductores o mujeriegos, una de las principales es que son felices y plenos, y que siempre están en buena compañía.
Es importante indicar que no todos los mujeriegos son iguales, existen los que simplemente han decido no comprometerse y llevan este estilo de vida, pero también están aquellos que se encuentran atrapados en la frustración de no desear a la mujer que aman y no amar a la mujer que desean, y estos hombres no saben lo que es amar, porque realmente tienen un berenjenal en sus cerebros de pensamientos torcidos. Este tipo de “donjuanes” se ven inmersos en una soledad que buscan calmar con más infidelidades.
¿A quién le miente este hombre? En principio le miente a otras mujeres pero principalmente se miente a él, ya que busca  en los vínculos que establece una manera de estar en el mundo en que usa y es usado, con profundo miedo al compromiso y culpas cuando es consciente del daño que hace.
Esto es como la persona que usa alguna droga, que luego que pasa el efecto, se siente deprimido, infeliz, se siente muy mal y necesita nuevamente "sentirse bien", "sentirse feliz", y recurre a usar más droga. El hombre que está detrás de las mujeres, por eso es que tiene que estar con diferentes, para poder "sentirse bien", "sentirse feliz", cuando en realidad no lo es, y realmente lo que tiene en su mente es un gran garabato, un cerebro torcido porque no sabe lo que quiere, anda por la vida como un loquito vagabundo, buscando nuevas "amigas", y lasq ue en un momento dado fueron sus amantes o "chillas"
¿Qué les queda a tantos hombres luego de un encuentro furtivo y volver al mundo de siempre? La desgarradora soledad, escoltada de una sensación de vacío, y el gran dolor de ni siquiera recordar el nombre de su amante de la noche pasada, es que algunos están con una mujer en el llamado "one night stand", que es tener sexo con alguien que a penas conoces, así a lo loco, y a veces ni se acuerdan ni del nombre, es algo espantoso.
Algunos de ellos asocian su desbordado gusto por las mujeres a la herencia familiar, es decir al legado de mujeriegos de la estirpe.
Podemos pensar que en el mujeriego más allá de su soledad, también hay un gran sentimiento de frustración, en el sentido de no poder desear a la mujer que ama, y no amar a la mujer que desea.
Muchos hombres mujeriegos se encuentran profundamente lastimados en su masculinidad ya sea por un padre que violentó y deshonró a otras mujeres o por  los sometimientos y maltratos que este padre tuvo con el propio hijo.
La respuesta es clara: estos hijos, lamentablemente, tendrán que caminar demasiado para entender que ellos son distintos a este padre, quien a la larga los abandonó, y ahora ellos son condenados a vivir con ese sentimiento de abandono al pasar de una a otra mujer, proyectando en ellas “el sentimiento de abandono”, en realidad muy propio de ellos. Es decir, la historia se repite una y otra vez.